Nuestros favoritos de 2017 (II)

Los favoritos de Joan

 

Thimbleweed Park (Terrible Toybox)

¿Cómo puede un amante de la aventura gráfica comenzar un repaso de lo mejor del año sin Thimbleweed Park? Pues no puede. Ron Gilbert y Gary Winnick se reencuentran tres décadas después para homenajearse a ellos mismos, y al brillante inicio de su carrera. Pixelotes, muchos personajes, humor absurdo y verbos a combinar con decenas de objetos, como cóctel inmejorable.

 

GoNNER (Art in Heart)

Tengo muy poca experiencia y todavía menos habilidad con los rogue like, sin embargo GoNNER tiene un no sé qué que me ha sabido enganchar durante horas. Quizá su desarrollo críptico, su arrollador estilo visual o la psicodelia hicieron que lo que empezaba como un ratito de pegar tiros terminaran siendo dos horas enfermizas de reiniciar la partida para conseguir el combo perfecto. De eso trata el género, creo.

 

The Flame in the Flood  (The Molasses Flood)

Juegos de supervivencia y crafteo hay muchos ya, sin embargo The Flame in the Flood sabe seducir con un paso atrás en su planteamiento: en lugar de mundo abierto opta por cerrarse en un desarrollo lineal. El cambio lo hace perfecto para los menos duchos en el género: lo que suele ser una pesadilla se convierte en una aventura tensa pero agradable, con un halo de esperanza poco común. La banda sonora, además, aún resuena en mi cabeza.

 

RiME (Tequila Works)

RiME es uno de los juegos de este año que más sensaciones me ha despertado al jugarlo. Su apartado audiovisual es arrebatador, pero el diseño de escenarios, ese laberinto lineal que se entrecruza constantemente es de parar el juego y quedarse mirando. No exagero, parte de mi tiempo de juego es exactamente eso. RiME es una aventura agradable, bella y evocadora, un auténtico placer de juego.

 

Oxenfree (Night School Studio)

Por fin puedo ir tachando juegos de mi lista de pendientes, y Oxenfree estaba en ella desde que se anunció para otras consolas, tiempo atrás. Quitarme la espinita fue muy gratificante: es un juego muy bien escrito, y eso no es algo que suela pasar. Estaban obligados a ello, Oxenfree basa su atractivo, más que en la historia, en unos diálogos que fluyen a través de los escenarios de forma orgánica y fluida, y van perfilando a un grupo de personajes frase a frase. Un experimento que bien vale la pena probar.

 

Kingdom: New Lands (Noio & Licorice)

A pesar de que Rafa y yo quedamos en poner cinco juegos, voy a poner seis porque la propuesta de Kingdom es para recordarla las veces que haga falta: estrategia en tiempo real en perspectiva lateral. Poner la cámara a un lado provoca un cambio en las dinámicas habituales tan grandes que aquí todo el mundo empieza de cero, da igual a cuántos RTS haya jugado uno antes. Además, se divierten poniéndonos secretitos a descubrir a cada rato. Todo un placer recorrer de lado a lado los hermosos escenarios, a pesar de la creciente tensión. Fantástico.

 

Menciónes especiales: Mr. Shifty, Bulboy, The Count Lucanor, The Sexy Brutale, Wonder Boy: The Dragon’s Trap.

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