Cuatro años después

Hay que ver cómo cambian las cosas en apenas cuatro años. Mientras deambulo por las llanuras de Primordia y contemplo asustado la majestuosidad de un mundo que parece no tener fin, me vienen recuerdos de mis primeras e inolvidables horas en Colonia 9 y sus alrededores.

En agosto de 2011 salió a la venta, como quien no quiere la cosa y más bien de tapadillo, Xenoblade Chronicles. Sin apenas “hype” y tras un recibimiento un tanto tibio en Japón el año anterior, el que sería una de los juegos que definieron a Wii en su época final, llegó en mitad de verano, de la nada, para convertirse en el mejor JRPG de su generación y en un oasis en el que fue el peor año de lanzamientos de la consola.

Xenoblade Chronicles Wii - Nintenbit

En cambio, el recibimiento de Xenoblade Chronicles X no podría haber sido más diferente. Ha sido el título estrella Nintendo de estas Navidades para el público más fiel de Wii U. Con pack junto a la consola en algunos países, edición especial como mandan los cánones y hasta guía en tapa dura. Algo que es completamente normal dada su repercusión y teniendo en cuenta que somos muchos los que hemos esperado pacientemente a la llegada de la nueva obra de MONOLITHSOFT desde su anuncio inicial en aquella gloriosa Direct de enero de 2013. Y a pesar que de momento no me está absorbiendo tanto como las aventuras de Shulk y compañía, no voy a negar que cada vez que enciendo la consola es un gustazo echar un ojo a la lista de amigos para comprobar la gran cantidad de gente que está disfrutando con él.

Xenoblade Chronicles X - Nintenbit

De la misma forma que la situación en que se lanzaron Xenoblade Chronicles y su secuela son radicalmente distintas, también lo son la de Wii y Wii U. Discutía hace tan sólo unos días con unos amigos sobre la situación de la consola y hay quien insistía con la deplorable situación de Wii U en este 2015, especialmente si se la comparaba con Wii por entonces. Os imaginaréis mi cara de sorpresa, por llamarla de alguna manera.

Quizás sea cuestión de un síndrome memoria de pez, o que los viedeojuegos son un estado de ánimo, que diría Joan. Puede que 2015 no haya sido exactamente una Navidad continúa, y que el E3 de Nintendo haya sido decepcionante a muchos niveles, pero sinceramente pocas pegas le puedo poner -y todavía calificar de catastrófico- a un año que nos ha dejado titulazos de la talla de Splatoon, Super Mario Maker, Yoshi’s Woolly World o Xenoblade Chronicles X; en el que Nintendo ha publicado además de los anteriores otro buen puñado de títulos (si no me fallan las cuentas a mí me salen al menos un decena en el conjunto del año); y además en el que la eShop, con mejores o peores títulos, no ha descansado, ofreciendo contenido todas las semanas. Que sí, que vale, que no hemos tenido Zelda y StarFox se ha retrasado. Pero qué más quisiera mi añorada Wii que su 2011 hubiese sido tan sólo la mitad de bueno.

Wii U 2015 America - Nintenbit

2015 ha sido un año extraño como pocos. Por un lado, ha sido el año más grande de la consola, por número y calidad de lanzamientos, y por otro, se ha convertido en la inesperada antesala del año final de Wii U, cuyo desenlace sólo se conoce en los cuarteles de Nintendo. Es evidente que estos doce meses no han sido lo que esperábamos, y aún así  os confieso que no os los cambio por nada.

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