Year Walk (Wii U eShop)

Year Walk es un juego muy particular, atractivo y envolvente, pero con serias dificultades para encajar las piezas que, por otra parte, en general alcanzan un nivel bastante alto. Es menos que la suma de sus partes, podríamos decir, y quizá tenga que ver en sus raíces como guión cinematográfico, no como videojuego.

Aquí se intenta plasmar una parte bastante oscura del folklore sueco, los paseos temporales. Éstos se basaban en que, en ciertas noches del año (los solsticios, básicamente), si esperabas en tu casa en ayunas a que anocheciera, al salir te encontrarías a varios seres sobrenaturales. Si conseguías sortearlos correctamente, seguías avanzando de camino a la iglesia, dónde se te revelaría el futuro del siguiente año. De hacerlo mal, corrías el riesgo de volverte loco o incluso morir.

La trama de Jonas Tarestad iba a ser un corto cinematográfico, y Simon Flesser (Simogo) lo convenció para llevarlo al terreno del videojuego. La puesta de escena es algo chocante: es un juego en dos dimensiones y en primera persona. Para entendernos, los escenarios se recorren como si camináramos de lado (raro), y pudiéramos avanzar y retroceder en determinados puntos, marcados de forma intuitiva por elementos del escenario. Una estética con muchísima personalidad, y mucha fuerza en el clima que crea. A destacar el trabajo realizado con el sonido, medido al milímetro. Han sabido elegir perfectamente cuándo dejarnos con el ruido de nuestras pisadas sobre la nieve como único acompañante, y cuándo realzar los momentos o crear inquietud eligiendo el momento exacto en el que suena la música.

Además, la adaptación llevada a cabo por Dakko Dakko (Scram Kitty) es impresionante. Han decidido prescindir del control táctil para darle un uso peculiar a los gatillos, los sensores y las setas, y el Gamepad integra de forma estupenda todos los elementos del juego: la biblioteca del paseante, que nos explica la historia de las criaturas que nos encontramos, un mapa, un bloc para anotar cosas… Incluso han modificado ciertos puzles para que encajen en la plataforma sin hacer usos forzados. Ejemplares.

Sin embargo tanto la puesta en escena como la minuciosa adaptación a los controles sobrepasan las expectativas que el propio juego crea. En realidad Year Walk es un paseo temporal de poco más de una hora, y pongamos énfasis en lo de paseo. Los puzles suelen limitarse a mover una cosa que tenemos delante, darnos una vuelta para recoger algo o para establecer una equivalencia de símbolos o formas. Es decir, pensaremos poco o nada, ya que la solución llega simplemente fijándote en que A es un cuadrado y C un triángulo, asignando una forma a un símbolo y poca cosa más. Incluso menos que eso.

Lo peor es que, continuamente, te insisten en las opciones que tienes. El caballo trajeado del río puede hacerte una cosa u otra depende de tus acciones, la huldra de los árboles a la que puedes convencer o no, el cuervo que trae la enfermedad, el laberinto del cementerio que puede darte las visiones de futuro o arrastrarte al infierno… y en realidad todo eso nunca aparece en el juego. Year Walk se contradice a cada paso al ceñirse a un guión rígido y no demasiado inspirado. Confía ciegamente en su universo atractivo y bien presentado, pero durante el desarrollo jugable propiamente dicho la narrativa es casi nula, y lo apuesta todo a un giro en la segunda vuelta, llevado a cabo de forma lamentable. Ésta segunda vuelta será, en realidad, de unos tres minutos de juego, y se limita a un (otro…) puzle de símbolos y hacernos leer una barbaridad de texto, incapaz de integrar ese giro en el propio juego.

Year Walk destaca en su puesta en escena, en su universo estrafalario y espeluznante, en el clima, en los controles. Terriblemente seductor en ese aspecto, pero tan perdido en el bosque como su protagonista respecto a ofrecerle algún tipo de acción atractiva al jugador o estructurar su propia narrativa de forma interesante. Un casi de mucho nivel, no más.[2]

Year Walk

Desarrollador: Simogo & Dakko Dakko

Editor: Simogo

Lanzamiento: 17 de septiembre de 2015 Europa (6’99€/$6’99)