Kirby y el Pincel Arcoíris (Wii U)
|Antes de la salida de WiiU, en esa época de oníricas promesas y futuros soleados, era muy excitante pensar en cómo sería eso de Nintendo en alta definición, cómo usarían los japoneses la potencia visual para presentar tantas de sus sagas emblemáticas. Kirby y el Pincel Arcoíris es justamente eso, la mejor muestra de cómo Nintendo entiende la HD, los recursos y las posibilidades plásticas.
Es delicioso ver que, en lugar de meterle más polígonos y más resolución a una textura realista, que también, se atreven a juguetear con la presentación de materiales, abarcando unos modelados que casi puedes tocar con los dedos, y unas animaciones que le dan vida, ya sea por la terrible suavidad de los personajes o ese efecto stop-motion de ciertos elementos. Tremendo.
Éste es el gran punto del juego, para mi un auténtico pico en lo que a apartados visuales se refiere. Lamentablemente es un estilo puramente barroco, que renuncia absolutamente a la gracia, al detalle, a aprovechar la plastelina para algo más que lo bonito. En El Reino de los Hilos los enemigos no tenían textura de tela, estaban hechos de hilo, telas, bordados, botones; se deshilachaban al acabar con ellos. El mundo se sentía blando, abrías cremalleras para ver el interior de un edificio, te metías debajo de la tela «del mundo» para conseguir secretos, o la arrugabas tirando de un corchete para acercarte unas plataformas.
Esos mil detalles, variantes y opciones jugables le daban sentido al estilo, coherencia. Te lo creías, sin HD, siendo Wii. No hay nada de eso aquí, si sucediera en la Charcutería Mágica, pues Kirby sería una rodaja de mortadela y los enemigos de salchichón, y rodaríamos sobre una ristra de chistorras. Por lo demás, el juego sería exactamente igual, no cambiaría ni una coma.
Esa cobardía se contagia a los mandos, muy conservador. No me entendáis mal, está bien, tiene contenido, entretiene, pero la mecánica de dibujarle a Kirby un raíl por el que rodar, con tan poquitos cambios, no es ni por asomo tan fresca y rompedora como hace 10 años. Sorprende encontrarse con un juego tan pacato, que no se atreve a cambiarle ni una coma a la vieja fórmula, ni a salirse del control táctil aunque sea en los impulsos o vehículos, renunciando completamente al televisor. Tanto temor han tenido que, más que copiar al juego de DS, termina copiándose a sí mismo, no vayan a salirse ni un pelo de las directrices. Acabaremos, pues, repitiendo mecánicas, situaciones y jefes con demasiada frecuencia. El multijugador no es para nada satisfactorio al no ser un juego pensado para jugarse a ras de suelo.
Kirby y el Pincel Arcoíris tiene un apartado visual excelente, es correcto en cuanto a contenido (con coleccionables y tal), y el diseño no puede ser malo viniendo de gente con tanto oficio como la de HAL. Sin embargo el hecho de renunciar a darle personalidad propia a la obra y los miedos de salirse de la plantilla en el diseño de niveles hacen que el resultado sea inferior a la suma de sus partes. Una pereza y temores tan palpables como una bola de plastelina.
Sólo para entusiastas de Kirby.[2]
Kirby y el Pincel Arcoíris
Desarrollador: HAL Laboratory, Inc.
Editor: Nintendo
Lanzamiento: 8 de mayo de 2015 (39’99€) / 20 de febrero de 2015 (39’99$)
Joan, hoy no estoy de acuerdo con tu análisis. Sobre todo con lo siguiente:
«Acabaremos, pues, repitiendo mecánicas, situaciones y jefes con demasiada frecuencia. El multijugador no es para nada satisfactorio al no ser un juego pensado para jugarse a ras de suelo.»
Pienso todo lo contrario, no hay una fase en la que no se incluya una nueva mecánica o un nuevo elemento, me recuerda a Capitán Toad, no se pueden hacer más cosas con tanta limitación (pintar líneas). Mientras lo he jugado nunca he tenido la sensación de «esto ya lo he hecho». Incluso cuando piensas que ya lo has visto todo, llegas a la fase «Kirby y Kirby» y te sorprenden, otra vez.
En cuanto al multi, una vez terminado lo he vuelto a empezar junto a un amigo, y me ha sorprendido lo diferente que se hace controlando un personaje secundario, el cuál, por cierto, puede moverse por el aire, ya que puedes flotar indefinidamente (incluso elevarte si le pones ganas). No creo que esté metido con calzador.
Para mi no es un juego notable, pero si muy bueno. Muy agradable de jugar con una duración justa. Agradezco de vez en cuando estás «revoluciones» en el catálogo.
No digo que no se introduzcan nuevas mecánicas, digo que se repiten mucho. Los jefes se repiten todos, las transformaciones casi que también… Te meten el teleférico, muy chulo, y dos pantallas después otra vez… Luego, la mayor parte de cambios me parecieron muy insustanciales, como todo el tema del agua (cascadas, mundo submarino, etc).
Al multi no le saqué ni provecho ni una sonrisa.
En fin, ya digo que no hay nada mal, pero lo veo desaprovechado en todos los aspectos. Espero mucho más de un estudio con tantos años y talento como HAL, el sabor que me quedó fue de decepción.
Me he partido de risa con lo de la «charcutería mágica», XD.
Eso sí, no puedo estar del todo de acuerdo con el texto. Hay carencias evidentes, como el no poder disfrutarlo en el televisor como se merece o la repetición de jefes (que ya parece marca de la casa). Más allá de esto, y aunque no sepa explicarlo racionalmente, a mi el juego me ha gustado más que el simplón Epic Yarn. Incluso más que el original de NDS, cuya mecánica nunca me convenció y por alguna extraña razón aquí si lo consigue, siendo en esencia la misma.
Además, también me ha sorprendido gratamente el nivel de dificultas, teniendo en cuenta que no deja de ser un Kirby, claro.
De todos modos, sí que hubiese preferido un plataformas más tradicional, ya que los Kirby más clasicotes suelen ser los que más me gustan, pero aprovechando la potencia de la sobremesa para darle esta maravillosa estética. La sensación de que este encajaba más en portátil y el Triple Deluxe en Wii U sigo sin poder quitármela.