Despedida
|Se nos fue Iwata. Ha sido un día de conmoción en redes sociales, en portales de noticias, entre la plebe nintendera y más allá. Que los portales de noticias se hagan eco es normal, era un presidente de una de las mayores empresas de juegos, LA empresa, casi, y muy joven. Sin embargo siento que las muestras de afecto están siendo notablemente grandes, muy especiales. Iwata ha sido mucho Iwata.
Se le alaba el inesperado cambio de rumbo de la compañía cuando cogió el timón. Una Nintendo en horas bajas que llegó a lo más alto revolucionando la forma de entender los juegos, la forma de jugarlos y la forma en la que la gente los percibe. Casi nada.
Se le avala siempre por su pasado como programador, como alguien que empieza en esto de los videojuegos desde lo más bajo y llega, literalmente, a lo más alto. Una de esas películas de superación personal que gustan más a quién las hace que a quién las ve. Iwata es querido por eso, pero también por más que eso.
Toda esa historia se resume en algo muy simple: Iwata realmente amaba los videojuegos. Ojo, que no es poco, a ver cuántos presidentes de grandes compañías tienen formación y experiencia en algo que no sean cuestiones de negocio o marketing. Ese amor, más allá de sus labores directivas, hizo que quisiera compartir con todos los aficionados (los que amamos los juegos igual que él, al fin y al cabo) cómo funciona la cocina, quitarle un logotipo a la portada y ponerle caras, caras de personas, personas reales.
No concibo los Iwata pregunta sin alguien como él. Alguien que sepa cómo es el juego de verdad, qué preguntarle a los cerebros y artistas, alguien con quién ellos puedan realmente hablar de cómo lo hicieron. Para nosotros ha sido un placer poner caras y palabras a todos ellos, conocer las dificultades de hacer caber todo un Xenoblade en una Wii, cómo Kamiya toreó a los productores de Nintendo y Platinum para meter lo que él quería en The Wonderful 101, o el camino de locura hasta creer que unos niños-calamar mutantes eran una buena idea. Gracias por todo eso.
Tampoco concibo sin Iwata que naciera algo como los Nintendo Directs. Que cada cierto tiempo el presidente de un gigante como Nintendo salga en unos vídeos de Youtube explicándonos de tú a tú qué están tramando para el futuro, o cómo se juega a ese lanzamiento tan esperado del mes que viene. Gracias por eso.
Gracias también por transmitirlo con sinceridad y simpatía. Si hoy se ha llenado internet de lamentos, condolencias y recuerdos es por eso, porque a Iwata te lo creías. En sus payasadas, sus disfraces y sus charlas, en sus guantes blancos haciendo un unboxing de su siguiente consola, se le veía ilusión, pasión y amor. Alguien que, desde lo más alto, todavía hablaba de videojuegos, diversión y consolas, y no de productos ni sistemas de entretenimiento.
Gracias, Iwata, se te va a echar de menos.
Hoy es un día triste. DEP Satoru Iwata 🙁
Gran texto Joan. Aunque todo parezca poco para homenajear a este hombre y la gran labor que hizo, qué menos que tratar de expresar nuestra admiración y respeto por alquien que ha hecho tanto y tan bueno para nuestra afición.
Joder, estoy sensiblón, y no creo que sea el único. El mazazo ha sido tremendo.
Vaya golpe, es la peor noticia que podría oír un nintendero. Un ejemplo de persona tanto en lo empresarial/laboral (este señor empezó desde abajo) como en lo creativo. Sin duda Iwata acerco los videojuegos al público masivo como nadie antes lo había hecho, primero con la DS y juegos como Brain Training o Nintendogs y luego con la Wii y Wiisports, removió la industria y supo darle otra vez relevancia a Nintendo, para mi era la persona clave de este ocio, sin ninguna duda. Quizá su legado quede intacto, todos sabemos que Nintendo es una empresa con unos principios y una personalidad muy arraigados, eso no me preocupa pero es una perdida invaluable :__[
Gran artículo, Joan. Y mejor persona, Iwata. Yo creía en él pese a las muchas críticas que recibió los últimos años. Nintendo, pese a sus fallos y también gracias a sus múltiples aciertos, sigue siendo la empresa más mágica de esta industria. Y eso solo lo puede conseguir alguien que ame de verdad los videojuegos, la jugabilidad, la diversión y la frescura por encima de los componentes técnicos. Hasta sus últimos días, con juegos como Splatoon o Yoshi Woolly World, Iwata ha creído en eso y se ha empeñado en demostrarlo pese a que a veces ha tenido que nadar a contracorriente. Y por eso pienso que tenemos que darle las GRACIAS.
Al menos los nintenderos tenemos que estar tranquilos, e imagino que así se fue el pobre Iwata, sabiendo que esta particular filosofía que defendió en vida sigue estando en buenas manos.
Hasta luego Iwata, nos vemos en el próximo nivel.